El sábado 23 de febrero tuvo lugar el curso de Defensa Personal organizado por GMadrid Aikido junto con el Club Deportivo Tsunami. Asistieron algunos de los integrantes de la sección junto con otras personas y fue impartido por dos profesores del CD Tsunami, Hugo Barros y Jose Rodríguez, especialistas en Kenpo Kai y Ju Jutsu respectivamente, junto con el profesor de Aikido Jaime Castells.

Fue un curso de nivel básico para el que no era necesario conocer ningún tipo de arte marcial ni de mecanismo de autodefensa previo, y estuvo enfocado de una forma muy cercana y amena, de forma que sus tres horas de duración pasaron volando.

El curso constó de dos partes bien diferenciadas, una más teórica donde se abordó el tema desde un enfoque a nivel de legislación en nuestro país y en la que pudimos ver la fina línea que en ocasiones separa las condiciones de «agredido» y «agresor» desde un punto de vista jurídico. Jose nos estuvo contando diferentes aspectos legales y se plantearon diferentes situaciones que ponían de relieve hasta qué punto es conveniente actuar y de qué manera.

La segunda parte comenzó con unos calentamientos de las articulaciones para empezar a movernos y aprendimos, entre otras cosas, cómo actuar ante una agresión física evitando precisamente ese primer contacto físico en el que podamos vernos violentados, esquivando empujones por ejemplo, o evitando que el agresor se aproxime más de la cuenta. También aprendimos a cómo escapar de una forma fácil y segura que nos permita además defendernos. Las artes marciales aquí demuestran el gran potencial que tienen para aprender técnicas de autodefensa.

Finalmente, se nos mostró que, sobre todo, la precaución es nuestra mejor baza, ya que nunca sabemos con quién nos enfrentamos, si tiene algún tipo de entrenamiento o si posee un arma disponible, situaciones en las que el principal objetivo del agredido es sobrevivir y no intentar provocar situaciones que pongan en riesgo su propia integridad física.

A lo largo de todo el curso surgieron bastantes dudas que se fueron resolviendo con ejemplos. Sobre todo nos quedó claro que ante cualquier tipo de agresión hay que ser conscientes de que, como personas agredidas, no hay que sentir culpa ni vergüenza, y que hay que acudir a la policía tan pronto como sea posible para interponer una denuncia.

Terminamos la jornada con un picnic campestre en la vecina Dehesa de la Villa dónde además de pasar un buen rato, ¡hubo tiempo hasta para alguna buena siesta reponedora!

Yoli nos cuenta en primera persona como fue su experiencia:

Mi experiencia en este curso fue bastante gratificante, no esperaba aprender tanto en tan poco tiempo, pero lo más importante, poder interiorizar algunas de las técnicas de forma natural, algo intuitivo que te sirva de utilidad en la vida real. La parte teórica fue bastante interactiva: nos explicaban, preguntábamos y nos respondían, tan ameno como una conversación interesante.

Los conceptos los pudimos poner en práctica nosotros mismos, realizando los ejercicios, ensayando y asimilando cada movimiento de defensa. Este acercamiento entre compañeros, con los que compartimos la experiencia, nos creó un vínculo de proximidad que aprovechamos para echarnos unas risas al final. Comimos todos juntos, contamos experiencias pasadas, anécdotas divertidas y estamos deseosos de repetir técnicas de aprendizaje y compartir nuevas aventuras.