Ha pasado una semana desde que finalizasen los Juegos del Orgullo 2016 y con la perspectiva que da el paso del tiempo sólo queda afirmar que fueron los mejores de la historia, de aún corta historia de GMadrid Sports.

Comenzaba el día con el obligado madrugón para llegar con tiempo a la inigualable piscina del Centro Deportivo M-86 con el objetivo de que nada quedase al azar. Mientras iban llegando los nadadores y nadadoras tocó comprobar el funcionamiento de la megafonía, instalar la mesa de merchandising y preparar la fruta y bebida con la que repondríamos fuerzas durante la competición. ¡Qué hubiera sido sin nuestro incondicional equipo de voluntarios que hicieron todo esto posible! Gracias a todos.

Hay que reconocer que entrar a la piscina del Centro Deportivo M-86, que ya de por sí impone, y ver en el luminoso que la competición que se celebra son los Juegos del Orgullo, provoca mucha emoción. Emoción y ORGULLO, así, con mayúsculas, orgullo de pertenencia a un club que lo ha dado todo para que el evento sea un éxito.La competición reunió a casi 100 nadadores, estando representados clubes madrileños, a quienes debemos agradecer el esfuerzo de participar en nuestro torneo a pesar de la celebración ese mismo fin de semana del Open de Madrid, así como clubes de otras comunidades autónomas y algunos del extranjero.

Se comenzó con un minuto de silencio en recuerdo a las víctimas de la masacre de Orlando, acaecida apenas 15 días antes. Resulta complicado asimilar que sucesos como éste sigan produciéndose y menos en países de nuestro entorno cultural, en los que la igualdad plena de derechos está cada vez más cerca de conseguirse.

Superado el momento más emotivo del torneo se dio paso a la competición propiamente dicha. Se oyó por primera vez en aquel día el ‘preparados’ del juez de salidas y poco a poco fuimos tirándonos todos al agua.

Las sensaciones y vivencias no fueron distintas al resto de las competiciones: nervios en la cámara de salidas, ánimos entre los compañeros, reconocimiento a los ganadores, miedo escénico justo antes de que suene el pitido de salida… Sin embargo, todos éramos conscientes de que esa competición, aun siendo como todas, era especial. No sólo era ‘nuestra’ competición, la de todos los que estábamos en la piscina, la de todos los que de una u otra forma colaborasteis para que fuera posible, era una competición en la que lo de menos era ganar, pues todos los allí presentes éramos ya ganadores sólo por el hecho de estar allí, disfrutando del mejor escenario y la mejor compañía.

Muchos fueron los momentos divertidos de la competición, pero hay uno que quizá los resume todos. Al inicio de la competición informamos a los participantes de que además de medallas para los más rápidos, también había una mención especial para los más ‘guapos’ de la piscina: Miss y Mister M-86. A lo largo del torneo fuimos asignando números a los nadadores y nadadoras que quisieron participar y aprovechamos el último descanso para realizar las votaciones. Al principio fue necesario animar a la gente a que se acercase a votar a la mesa de merchandising, donde nuestros voluntarios entregaban las papeletas de votación. Pero hubo un momento en que la gente hacía cola para votar… y no sólo conformaban dicha cola nadadores y nadadoras, sino que también se animaron los jueces de la competición.

En esta circunstancia tuvo mucho que ver nuestro ‘speaker’ Pedro, que aprovechando lo de que ‘el roce hace el cariño’ se había camelado a sus compañeras de mesa y instándolas a votar por él.

Y es que desde el principio estuvo claro que el torneo de natación de los Juegos del Orgullo no iba a ser una competición cualquiera. Desde aquí nuestro homenaje a los jueces árbitros del Comité de Competición de la Federación Madrileña de Natación que participaron en el torneo y que tan bien contribuyeron a la diversión y a que todo saliese a pedir de boca. Muchas gracias por vuestra simpatía, vuestra paciencia y vuestro saber hacer.

Acabada la competición y ya todos más relajados llegó la hora de la entrega de medallas. Antes de proceder a distinguir a los nadadores y nadadoras que conformaban los podios de ganadores de cada prueba, se procedió a hacer entrega de las medallas de Miss y Mister M-86. En la categoría femenina nuestra Patri no tuvo rival, pero la masculina estuvo reñida, hasta el punto de que hubo un empate entre dos nadadores… bueno, a decir verdad aunque nadador, uno de los empatados no se mojó ese día… Sí, como no podía ser de otra forma, nuestro ‘speaker’ Pedro fue uno de los dos que más votos consiguieron. Pero como corresponde a un caballero, Pedro cedió su parte de la merecida medalla.

A continuación se procedió a la entrega de dos medallas honoríficas. La primera al nadador más longevo: Luis Antonio Caro Díez, del Club Natación Master Madrid, quien con 74 años demostró no sólo compromiso con la natación sino también una disposición ejemplar para apoyar la causa LGBTI.

La segunda distinción honorífica recayó sobre Nancy Salazar, quien nos hizo ver que la fuerza de voluntad es fundamental para superar los obstáculos. La prótesis en una de sus piernas no la impidió en ningún momento disfrutar del evento de principio a fin.

Gracias a los dos, Luis Antonio y Nancy, por su ejemplo.

El torneo finalizó en la piscina con la entrega de medallas del concurso regular y con las consabidas celebraciones y fotos de grupo. Destacar que durante la competición Ma Carmen Navarro, del Real Canoe N.C., batió el record de Europa en la categoría +55 en el pase de los 50 de la prueba de 100 mariposa con un tiempo de 32,02.

Este resumen de la competición de natación de los Juegos del Orgullo no estaría completo sin un especial agradecimiento a la Federación Madrileña de Natación y en especial a las personas que tanto nos han ayudado a poner todo en marcha (y que tanta paciencia han tenido): Juanjo, Charo, Ángel, María y Dionisio, en representación de todos los que conforman la FMN.

Y como diría aquel, el año que viene más y mejor.