Anoche fui a cenar con un amigo y esperando al autobús para volver a casa, me puse a mirar Facebook en mi móvil para comprobar cómo iba el álbum de fotos que acabábamos de subir. Era la sesión que nos hicieron a los miembros de la Junta Directiva del Club para el artículo que nos dedicaron en el número de invierno de la revista Vive! Chueca.

Empecé a sonreír, no por las poses de mis chicas y chicos (que reconozco que se entregaron totalmente a lo que les pidió el fotógrafo), sino porque estaba feliz. Estaba muy feliz. Estaba tan feliz de pertenecer a este equipo que no podía parar de sonreír.

Hace un par de semanas alguien me dijo que le gustaría recibir los halagos por su trabajo no sólo a finales de temporada (especialmente tras el esfuerzo que suponen los Juegos del Orgullo), sino también a lo largo del año, por la constancia que pone a diario en la gestión del Club. Y tenía razón.

Llevaba dando vueltas desde entonces a cómo halagar a todo mi equipo y anoche encontré la solución. Mi ex me decía que soy muy dramático. Yo prefiero definirme como ñoño y romántico. Por eso pensé que la mejor solución era dar las gracias a todos/as a través de una carta navideña (porque sí, ¡también me encanta la Navidad!).

Entré en GMadrid Sports hace tres años porque quería practicar voleibol y conocer a gente. Nunca hubiera creído que esa misma gente se transformaría en mi familia “itañola”. Desde el minuto cero me sentí tan a gusto que nunca dejaba de hablar de ello: se lo contaba a mi familia (la italiana), a mis amigos/as en Italia, a mis ligues… en fin, ¡tenía harto al mundo entero!

Después de mi primer año como socio, fui a mi primera Asamblea y allí me enteré de que se había quedado vacante la coordinación de la sección de Tiempo Libre. Me dije: “¡Coño! Es mi momento de dar un paso en el Club, de involucrarme más en sus actividades y poder aportar algo a esta gran maquinaria”. Y así me nombraron nuevo coordinador de Tiempo Libre.

Me gustaba lo que hacía y, a pesar del miedo por algo nuevo en mi vida, lo llevé adelante con mucha ilusión. Por eso, después de poco más de un año, decidí dar otro paso adelante y presentarme a la Presidencia. La decisión fue muy meditada: la idea me enfervorizaba pero, al mismo tiempo, me asustaba un montón. ¿Qué hago con Tiempo Libre ahora que acabamos de resucitarla? ¿Y si luego no estoy a la altura del nuevo cargo?

Llamé a una de las coordinadoras con las que tenía un poco más de confianza y le pedí consejo. “Mira, éste es el año de GMadrid: cumplimos nuestro décimo aniversario, se celebra el World Pride en nuestra ciudad y vamos a organizar los Juegos del Orgullo Mundial. Eso significa que te lo vas a pasar bomba por un lado, pero ten en cuenta que también vas a comerte una cantidad infinita de marrones. Tú eliges.” Respiré hondo y llamé a una persona de confianza para convencerle de que cogiera el testigo de Tiempo Libre; llamé después al Vicepresidente y le conté mi idea. Me apoyó en todo. Sólo faltaba una cosa, la más difícil: enviar por correo mi candidatura al Secretario y al Presidente saliente.

Otro respiro hondo. Cogí el móvil y mandé el correo. Ya estaba. Cuando me votaron, llevaba un pantalón de chándal granate y un jersey verde (todavía me toman el pelo por mi outfit de candidatura). Era febrero de 2017 y así empezó mi aventura en la dirección de GMadrid Sports.

Al principio no fue nada fácil: me sentía como un niño de primaria sentado en la mesa con unos cuantos universitarios a sólo 4 meses de los Juegos del Orgullo. Pedí ayuda y paciencia a los coordinadores/as y vocales, que me apoyaron sin dudar. Mi “familia” me dio la bienvenida encargándose de casi todo. Después de un par de semanas decidí que era hora de espabilar y ponerse las pilas. Montamos un equipo de gente que lo dio todo: vi a coordinadores/as fregar el suelo de los baños de los polideportivos; vi a otros despertarse a las 6 de la mañana para ir a recoger la fruta para los atletas; vi a voluntarios/as cargarse en la espalda las cajas de comida; y a otros/as más almacenar en sus casas las latas de bebidas durante semanas. Vi a socios/as recientes echar una mano junto a las “viejas glorias” del Club. Lo sentí como un éxito rotundo.

Después de la pausa del verano, volví con una nueva energía en la sangre. Tenía ganas de hacer cosas, más cosas: abrimos la nueva sección de Patinaje; Voleibol creó su equipo federado y los chicos de Baloncesto ganaron la liga de distrito; Fútbol 11 protagonizó su propio programa de televisión; Natación, Fútbol 7, Fútbol Sala, Ciclismo, Pádel y Running aumentaron sus socios/as; Tiempo Libre y Senderismo volvieron a la vida brillantes y revitalizadas como nunca antes.

Quería además que el Club sacara un pie del territorio del deporte para meterlo en el que, en realidad, es su objetivo: la visibilidad y la normalización del colectivo LGTBI+. Es decir, continuar con la práctica deportiva atendiendo al mismo tiempo la acción social y cultural. Llegaron entonces charlas y mesas redondas; reuniones con los otros clubes deportivos LGTBI de Madrid; proyectos culturales fracasados (¡no por nuestra voluntad!) y otros en desarrollo. Un fermento positivo y apasionante que aunaba el deporte (lo que nos une a todos/as nosotros/as) con el tejido de la ciudad. Un trabajo que no miraba sólo hacia el interior del Club, sino también hacia su exterior, para que nos diéramos a conocer y pudiéramos crecer.

En definitiva, cada socio/a dejó y sigue dejando su granito de arena en este proyecto. Vi una familia extendida trabajar en equipo para un único fin, la victoria del Club. Y lo estamos consiguiendo: a día de hoy GMadrid Sports cuenta con más de 400 socios/as y 12 secciones activas; organiza uno de los torneos deportivos LGTBI+ más importantes a nivel nacional; es socio fundador de Deporte y Diversidad, una asociación que trabaja para garantizar los derechos del colectivo en el ámbito deportivo.

Y todo esto se lo debo a las personas que hoy están a mi lado en esta aventura. En rigurosísimo orden alfabético, felicito a Adrián, Álvaro, Ana, Andrés, Aszen, Borja, Dani, Diego, Javi, Rafa, Raquel, Rocío y Rosendo. Felicito a las vocalías pasadas, a las presentes y a las recién nacidas. Felicito a los presidentes y coordinadores/as anteriores. Felicito a tesoreros y entrenadores/as, que desempeñan su trabajo con dedicación e ilusión. Felicito a mis tres Reyes Magos: Aitor, Sergio y Sergio, que casi paradójicamente, son la estrella que alumbra mi camino. Felicito a los/as 407 socios/as que forman parte de GMadrid Sports.

Felicidades y gracias de parte de un presidente que, sin todos/as vosotros/as, se sentiría desnudo y con sólo un balón de voleibol en las manos.